:: a Arantxa ::
Siempre me ha parecido curioso —o cuando menos llamativo— que Amaral, un grupo aragonés que ha tenido éxito desde el principio, ha llegado a utilizar al Concorde como el símbolo de lo que fue y ya no es, en su canción titulada, precisamente, Concorde.
Acertada imagen, sin duda, del grupo de pop-rock que siempre ha ejercido de notario oficioso de la pérdida de la inocencia y la siempre difícil entrada en la adultez:
Ya nada será igual.
Es el final
de la inocencia.
Ya no verás volar
el Concorde sobre nuestras cabezas.
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