Seguro que en más de una ocasión, cuando has ido a la frutería, te has encontrado con una fruta igual que una ciruela, que a veces está rotulada como «ciruela claudia«, y otras simplemente «claudia«. ¿Nunca te has preguntado por qué precisamente a esa ciruela la llaman así? Pues te aseguro que tiene una explicación, y una historia detrás de ello.
Claudia (1499-1524) era hija del rey de Francia Luis XII, y a su muerte se convirtió en Claudia I, reina de Francia, gracias a su matrimonio con Francisco I (1494-1547).
Olvidada por la Historia, eclipsada por otros personajes de mayor relieve —recordemos que se casó con Francisco I— me parece a mí que no debió tener una existencia muy feliz, a juzgar por algunos «detalles»:
- Sufría de escoliosis, que acabó provocándole una joroba.
- Adolecía de cojera.
- Se cree que tenía estrabismo.
- Al final de su vida, engordó tanto que se le diagnosticó una obesidad «monstruosa».
- Su marido, el rey Francisco I, le contagió la sífilis.
- Incluso a la hora de su muerte no fue muy afortunada, pues según los autores, se debió al agotamiento, o a tuberculosis en los huesos.
Pues a esta misma reina, Claudia, es a quien se le dedicó una variedad de ciruelas, que inicialmente se denominaban “Reina Claudia”, y ahora simplemente «Claudia«.
Ahora, cuando vayas a la frutería, podrás recordar cómo algunos personajes olvidados, al final no lo son tanto… Porque, a mayor abundamiento, la claudia se considera la reina de las ciruelas.
[…] ¿Qué tienen en común algunas ciruelas y una reina de Francia? […]
Me gustaMe gusta
[…] ¿Qué tienen en común algunas ciruelas y una reina de Francia? […]
Me gustaMe gusta
[…] ¿Qué tienen en común algunas ciruelas y una reina de Francia? […]
Me gustaMe gusta
[…] ¿Qué tienen en común algunas ciruelas y una reina de Francia? […]
Me gustaMe gusta