Esta noticia fue publicada en el diario El País, el 27 de abril de 1979.Esta noticia fue publicada en el diario El País, el 27 de abril de 1979.El episcopado italiano publicó ayer una carta pastoral en la que dice que algunos divorciados que se hayan vuelto a casar podrán recibir los sacramentos, a condición de que se comprometan a interrumpir la vida sexual en el nuevo matrimonio. Como norma general, los divorciados casados de nuevo no podrán acceder a la absolución y la comunión eucarística. La Iglesia tolerará el acceso a la confesión y comunión en quienes, divorciados y vueltos a casar, no pueden dar marcha atrás por motivos de edad, presencia de hijos necesitados, enfermedad de uno de los cónyuges o causas análogas, pero estén «sinceramente arrepentidos, si se comprometen a interrumpir su recíproca vida sexual y a transformar su vínculo en amistad, estima y ayuda ». «Para no dar escándalo -dice el documento- deberán solicitar confesión.»
Con respecto a los funerales de los que «antes de la muerte se encontraban en una situación de público pecado», que es como los obispos italianos califican a los divorciados y vueltos a casar, no se les negarán los funerales religiosos si conservaron su amor a la Iglesia y expresaron alguna señal de arrepentimiento, «pero a condición de que se evite el escándalo público a otros fieles».
Esta noticia fue publicada en el diario El País, el 27 de abril de 1979.