Ya no digo que sea imposible —pero sí muy difícil— que hoy en día sucediera algo similar a lo que pasó tal día como hoy, el 22 de octubre de 1895, en la estación ferroviaria de Montparnasse (París). Entonces, la estación se llamaba del Oeste (L’Ouest).
El convoy había salido de Granville a las 8:45 de la mañana, y estaba compuesto por 3 vagones con equipajes y maletas, 1 para el correo postal, y otros 6 de pasajeros.
La verdad es que la locomotora ya acumulaba un retraso, de modo que el maquinista —que se llamaba Pellerin— tuvo que echar mano de lo que dictaba una experiencia acumulada de casi 20 años: ¡acelerar!, y al final del trayecto frenar con un ímpetu especial.
La prensa contó entonces que el tren entró en la estación a una velocidad demasiado alta: entre 40 y 60 km/h. El maquinista no tuvo más remedio que accionar el freno de emergencia.
Lamentablemente, el freno no funcionó como se esperaba que lo hiciera.
El tren se llevó los topes por delante, siguió adelante por el vestíbulo de la estación, y atravesó la pared hasta caer al nivel de la calle, 10 metros más abajo. La locomotora quedó colocada en un ángulo de 50 grados, dejando una estampa inusual que atrajo a cientos de parisinos.
Curiosamente, no murió ningún pasajero ni empleado del ferrocarril. Sí hubo 5 heridos graves: el maquinista Pellerin y su ayudante (Mariette), así como un bombero y 2 pasajeros.
La fachada por la que salió despedida la locomotora tenía en su piso inferior un quiosco, en el que se encontraba la esposa de su propietario, que estaba sustituyéndole en su labor mientras él iba a recoger la prensa vespertina.
La fatalidad quiso deleitarse en un trágico azar: un fragmento de la fachada de un tamaño considerable cayó sobre el quiosco, matando a la quiosquera, Marie-Augustine Aguilard.
Icono cultural
La estación de Montparnase es la que servía de hermosísimo escenario para la película Hugo. ¿Que no la has visto? ¡¡¡Ya estás tardando!!! Y cuando la veas, podrás comprobar que se trata de una de las películas más acojonantes de Martin Scorsese, tan alejada de su estilo habitual que difícilmente te lo hubieras imaginado…
Resulta cuando menos curioso que incluso un par de parques temáticos hayan elegido este accidente como una de las escenas para atraer a sus visitantes, en una especie de reproducción que no sé muy bien cómo interpretar:
Aparece incluso en discos musicales, como el álbum Lean into it (1991), de Mr. Big:
█ Artículo redactado para La biblioteca perdida.
Primer comentario.
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Interesante historia con una buena investigación y gran ilustración de imágenes. Me diverti al leerla. Por cierto que yo sí ví la película de Hugo y doy fe de que es muy buena.
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¡Muchas gracias por tus comentarios y tus amables palabras!
Me encanta que te haya gustado el artículo. Y sí, efectivamente «Hugo» es una película tan buena como desconocida.
Un saludo.
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