Se considera que la primera fotografía en color de la historia es la que se conoce como Cinta de tartán (Tartan ribbon, en su título original en inglés).
Se hizo durante una demostración pública en 1861, y su autor fue James Clerk Maxwell. Aunque en algunos lugares podrás ver que se hace referencia a Thomas Sutton, éste era en realidad el operador de cámara. Por eso la hazaña ha de atribuirse a Maxwell en su totalidad, ya que él fue quien tuvo la idea y todo su desarrollo.
El proceso fue muy laborioso, ya que en realidad se tuvieron que hacer 3 fotografías, cada una de ellas con un filtro de un color diferente sobre el objetivo. Por ello, había 3 negativos diferentes, cada uno de ellos usando un filtro azul, rojo o verde, respectivamente.
Luego, se tuvo que revelar cada uno de los 3 negativos, y las imágenes e proyectaron simultáneamente sobre una pantalla, lo que permitió ver la fotografía a todo color.
Esta es una representación de cómo se debió llevar a cabo el experimento: