Tal día como hoy, el 6 de noviembre de 1975, en el salón de actos de una escuela de arte de Londres (Central Saint Martins College of Art and Design) daba su primer concierto un grupo que sería el abanderado del punk británico, cuya efímera vida no impidió que dejaran una huella profunda en la música. Estoy hablando de los Sex Pistols.
Cuando en 1979 murió su bajista Sid Vicious de sobredosis, dejando atrás el inigualable bagaje de sus muchos escándalos, un concejal del Ayuntamiento de Londres les dedicó unos “amorosos” comentarios, que me imagino que hoy no pasarían el filtro de lo políticamente correcto. Así se las gastaba ese concejal, Bernard Brook Partridge, que se quedó tan tranquilo después de sus declaraciones:
La mayoría de estas bandas mejorarían enormemente con la muerte súbita. Supongo que, en la actualidad, el peor grupo de punk rock son los Sex Pistols. Son increíblemente nauseabundos. Son la antítesis de la Humanidad. Me gustaría ver a alguien cavar un agujero muy, muy grande y sumamente profundo, y dejar caer a toda esa maldita gente dentro.