Hoy podemos leer que, por primera vez en la historia de la Arqueología, se ha logrado obtener ADN sin ser necesario disponer de huesos. Para ello, se han analizado los sedimentos, dentro de un proyecto internacional, en el que participan La Universidad de Oviedo, el CSIC, y el Instituto Max Planck. Se recogió material sedimentario de 8 cuevas de Asia y Europa, y los resultados han sido ahora publicados en la revista Science.
Asturias vuelve a estar a la vanguardia de la investigación arqueológica, y la cueva de El Sidrón de nuevo nos da una alegría, pues la sitúa en lo más alto.